martes, 27 de noviembre de 2007

Este proyecto comenzó con un grupo de mis alumnas de 2do año de una escuela Técnica de Santa Teresita, de conocer y compartir una realidad que debido a los momentos que corren tan a prisa de detenernos unos minutos y compartir con nuestros abuelos que viven en un geríatrico. Como experiencia nos queda estas poesías - historias, algunas reales otras creativas con mucha imaginación y sentimientos.
Lo cual es solamente un comienzo ya que le prometí especialmente a la autora, la abuela Violeta Vaquez a que sus escritos viajarían por el mundo entero.

Raíces

Al escribir esta palabra “raíces” automáticamente lo uno al árbol o a una planta y me doy cuenta que no son solo ellos los que las tienen, yo también tengo mis raíces.
Comenzaron en mi gestación, siguieron con mi primeros pasos, también con mis primeras palabras, admiración de mis padres por estos avances, siguieron fortaleciéndose con mi infancia, los logros de la escuela algo mas fuertes fueron ya en mi adolescencia, ¡Claro! Ante tantas materias las raíces fueron tomando mas fuerza, y ahora esta etapa paso, tengo mas años no tantos, pero si algunos mas, hago muchas cosas que me exigen que mis raíces se afirmen al suelo en que me paro porque solo así tendré como afrontar vendaval, trataran arrancarlas, para llevarme quien sabe adonde.
Pero pienso de pronto en un árbol al admiro y me digo, no puedo ser como el, pero tengo que imitar su fortaleza y seguir... seguir... siempre seguir.
Lo estoy mirando desde el octavo piso, parada en el bacón, apoyados los brazos en la baranda, ¡ Que bello esta florecido! El cielo azul le ha prestado el color de sus flores.
Algunas personas dicen, me gustaría encarnarme en un pájaro, en un tigre, león etc.
Yo, aparte de las mías, quisiera tener las raíces de este maravilloso y florecido árbol para seguir siendo fuerte y no temer a los vendavales de la vida y segur creciendo.
¡Alto y fuerte como el Jacaranda! Hasta mañana mi árbol, hasta siempre mis raíces, no me abandonen, no quiero convertirme en hiedra.

Violeta Vazquez
El camino recorrido

Largo es el camino recorrido, camino que tuvo sus subidas y bajadas, pero mas allá que por momentos nos bajoneábamos, siempre aparecía una luz y otra vez a la lucha con fuerza y cada vez mas convencidos que íbamos a llegar a la meta que teníamos en mente o probablemente muy escondido en el corazón para que nadie se enterara trabajar algunas manos aún hoy ásperas del laburo hecho durante mucho tiempo, espaldas cansadas, pero los brazos aun son fuerzas para acunar un nieto o biznieto, con la vista un poco achacada, de la costura o del tejido pero seguimos en la ruta, viviendo el hoy, disfrutando el progreso de los hijos, de los netos y nos damos cuenta que no fue en vano llegar a estos tantos años porque disfrutando todas estas cosas hoy, llegamos al Día de la Ancianidad mas jóvenes que nunca.
Sigamos mirando hacia delante y demos las gracias a dios para que así sea.
Hogar Paz y Bien, gracias por este homenaje a sus jóvenes Ancianos
Feliz día para todos y todas


Violeta Vazquez
Santa Teresita 3/04/07

-Su mano en la mía –

Estuve alejada y encerrada en mi misma, quizá porque en el momento que necesité una palabra no la tuve, entonces brotaron mis angustias, mis rencores- mis heridas se abrieron, la importancia, se hizo dueña de mí y mi mente no quise ver nada más, que la oscuridad. Me sentí defraudada, creí tener la razón, me convencí a mi misma de que tenia la verdad que todas estas situaciones eran verdaderas hasta tal punto que me recluí como en un voto de silencio.
Hoy sucedió algo, alguien me pidió que la escuchara, y lo hice, en un momento dado ese alguien puso su mano sobre la mía y me contó algunas de sus angustias y pensé, con reflexión no soy la única, también otros sufren, no digo que haya sido esa mana, ni esas palabras las que me devolvieron un poco de Paz, pero mira el día hay sol, dichosa yo que la puedo ver, hay quien no, o tampoco quieran verla, no quiero volver a encerrarme en mi misma porque ven quererla me lastima, tengo que dejar en el cofre que es mi corazón, que no precisa ni cerraduras ni llaves mis recuerdos y tratar de vivir el hoy, el mañana, el futuro.
Hoy creo que si, que en esa mana y una sonrisa que me brindaron no estoy sola y tengo una amiga

¿Qué lindo que así sea no?
Violeta Vazquez
Santa Teresita 9/04/07

-Partir-

hoy es 1º de Noviembre de 1961, Parto en un hermosa transatlántico de la línea “C” Italiana(el Federica C) hacia lo desconocido, no se que me espera más allá del Océano que voy a cruzar, creo en este momento solo veo lo que dejo, todo esta ahí al alcance de mirada pero lejos de mis brazos.
La dársena del puerto esta llena de gente clara, no soy la única que se va, pero yo solo veo a los míos, Papa, mi hermana, hermanitos, sobrinos, en fin todo el familión que tenia no solo de mi parte, sino también de mi marido el que hasta este día ya hacia un año que no veía,(pero esta es otra historia) todos agitaban las manos y pañuelos, hablaban todos juntos, pero yo miraba a Papa al que lo veía apenas una sonrisa yo sabia que mi partida le dolía tanto como a mi dejarlo.
Hasta ese momento estaban ahí, yo en la cubierta, no podía tocarlos pero los distinguía claramente.
De pronto se escucho el rugir de una de las chimeneas, comenzó a sonar el tango Mi Buenos Aires querido ahí tome conciencia que el barco se estaba moviendo, que se alejaban de mi mirada empañada por lagrimas a randales todos mis afectos, quería bajarme, gritar con desesperación ¡ “Paren esto” necesito abrazar a Papa otra vez! Pero no me salió nada, solo un sentimiento de tristeza y dolor profundo.
Me fui al camarote, llore en silencio, por el ojo de buey, me percate que ya había anochecido, subí a cubierta otra vez rápidamente, ¿a que? no se, a lo lejos ¡Muy lejos! Chiquititas se veían las luces de Buenos Aires, el rió al que tanto quería, me había arrancado junto con las helices de ese barco, el alma, mi familia, mi vida.
Volví sobre mis pasos, en un pasillo alguien me dijo – es hora de ir al corredor para cenar- no se si respondí o no, me sentía vacía, sola..., ¡Como dolía esa soledad!..
No recuerdo como, supongo que alguien me acompaño al corredor y me asignaron un lugar en una mesa ese seria mi lugar durante la travesía, las personas que ocupaban los otros sitios eran muy amables, de a poco el animo se fue calmando, y me puse a pensar ellos también se están alepudo, dejan a alguien ¿Irán al mismo puerto que yo? Bajaran antes? Claro esta se me ocurría pensando que de ser así, aun habiéndolos conocido recién, volvería la soledad hasta el final del viaje.
No quería entablar una amistad con ninguno de ellos para no sufrir otra despedida, pero el trato cotidiano hace que una se acerque a los otros y los otros a una.
Se formo un grupo con el que bajamos en todas las exhalas que hizo el barco, Santos, Rió de Janeiro, ¡Tan hermosa! Hicimos la excursión al Cristo Reductor, no había visto tantas flores bellísimas y para mi desconocidas hasta ese momento, un camino bastante sirmoso al que solo un muy avezado conductor puede ascender, por momentos estábamos entre las nubes era increíble! Cuando volvimos paramos en las playas de Copacabana y yo no me quede con las ganas de tirarme a ese mar azul y transparente así que allí fui vestida me di un chapuzón fabuloso para esto, el barco había parado allí por 4 horas, llegamos al puerto con el tiempo justo, nos miraron extrañados, sobre todo a mi que chorreaba agua, se sonrieron como diciendo ¡Niña traviesa!.
De allí fue el tramo de mar y cielo ¿Amaneceré y crepúsculos mas largo o, así llegamos a Las Playas de Gran Canaria, es una isla de cuentos, antigua y bella con sus callejuelas angostas y sus casas son todas iguales entramos en una Tasca como le llaman ellos y nos hicimos un fiesta comiendo Calamaretes fritos y Sedra que sean como una especie de botellón con pico y con una mano levantada sobre sus cabezas y el vaso detrás de la espalda lo llevan sin volcar ni una gota afuera, la verdad es todo un arte.
Volvimos a la “Jaula de oro” (entiéndase Bosco) y comenzó nuevamente la travesía, legando a Camves, el transatlantico no entra en puerto, así que llegan hasta el costado del barco, lanchas de motor para transportar a tierra a los pasajeros que allí se quedan, la que me tenia, allí quedan cuatro del grupo, otra vez la despedida, la tristeza de la primera, todavía estaba allí en un rincón del corazón sensibilizado, y las lagrimas brotaron se repitieron los abrazos , y la mirada volvió a ver alejarse afectos, eran las 22 horas, fui derecho al mar a tomar café y me encerré en mis pensamientos.
Fin del viaje. Allí esta, Génova, de allí en unas solo podré ir descubriendo paso a paso y día a día el proseguir de mi vida, observo todo y veo una mirada y una mana que me saluda, si, es el mi marido.
Seguiremos viaje.
Violeta Vazquez
Vuelve Alfonsina

Estas en la arena
Mirando el mar
Reteniendo en tus ojos
El horizonte lejano
¿Tan grande es tu soledad?
¿Tan grade tu pena?
Alfonsina tus pensamientos
Obscurecen tus sentimientos
Te acercas al mar como
Si escucharas el llamado
De las serenas hijas de neptuno
Son las notas de las liras y laúdes
Que se adueñan de ti
No, alfonsina vuelve
Necesitamos tu poesía
Alfonsina emerge
Levántate entre la
Espuma de las olas
No termines tu vida
Sin escribir tu mas
Maravillosa historia
¡Vuelve alfonsina!
Emerge entre las olas
La luz del crepúsculo
E el mar te mostrara
El camino, y volverás
A brillar
Deja entre los caracoles
Guardadas tus penas y
Tu soledad
¡Vuelva alfonsina!
Retorna del mar

Violeta Vazquez